lunes, 8 de abril de 2013


Critica gastronómica: Hoy El Baco.

Este es uno de mis restaurantes favoritos, ubicado en Nueva de Lyon 113, en Providencia, el que más allá de la perfecta elaboración de sus platos de la cocina francesa y su maravillosa carta de vinos y espumantes (una de las mejores y mas variadas de Santiago), que lo hace un paraíso para los amantes de este tipo de bebidas,  posee un ambiente de elegante sencillez, cosmopolita y  cálido.

Recomiendo de los platos que he probado: Bacalao Basquaise, simplemente sublime y se considera un punto adicional dado que no hay Bacalao en todas partes. Bœuf bourguignon para los amantes del estofado, Les crêpe Suzette y la Crème brûlée que son una delicia. Vinos que recomiendo y que he probado en Baco: Casa Marín Sauvignon Blanc (Chile) aprox $3.500, espumante Luigi Bosca (argentina) $3.100 y Champagne Pommery (Francia) $6.000, sí todos valores por copa, lo que es una maravilla considerando que puede probar grandes vinos y degustarlos por copa.

También puedes ir en la tarde-noche a probar sus tablas de quesos y preparaciones de Canard (pato), las tablas cuesta cerca de $10.000 y son para dos personas.

En general siendo en restaurant de excelencia considero que sus precios están absolutamente acordes a lo que recibes a cambio. Una pareja promedio consumiendo vino o espumante, más plato de fondo y postre no debería gastar más de $35.000 en promedio... ahora depende de que vino tome... pero en el Baco todos los vinos son buenos.

En lo que respecta a datos prácticos: La atención es muy buena, rápida y directa sin mayores adornos, el baño del local es amplio y mantiene la misma calidad de las instalaciones exteriores y se nota preocupación. No tiene estacionamiento y en los de Providencia cobran $800 la primera media y $700 la adicional, también hay otros parking en la calle Santa Magdalena que es la que le sigue. Si vas en metro te bajas en Los Leones y caminas hacia la costanera y lo encuentras a la derecha.

Quién me lo recomendó a mí: Lo leí en una crítica gastronómica de la WAIN y valió la pena.

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